Este septiembre, científicos de varios países han encontrado que ya seis de los nueve llamados límites planetarios han sido transgredidos, lo que sugiere que la Tierra ahora está bien afuera de un espacio operativo seguro para la humanidad. La acidificación de los océanos está a punto de superarse, mientras que la carga de aerosoles a nivel regional excede el límite.
Los niveles de ozono estratosférico se han recuperado ligeramente. El nivel de transgresión ha aumentado en todos los límites previamente identificados como superados. Dado que la producción primaria impulsa las funciones de la biosfera del sistema terrestre, la apropiación humana de la producción primaria neta se propone como una variable de control para la integridad funcional de la biosfera. Esta frontera también ha sido transgredida.
El modelado del sistema terrestre de diferentes niveles de transgresión de los límites del cambio en el clima y el terreno, ilustra que estos impactos antropogénicos (de origen humano) al sistema terrestre deben considerarse en un contexto sistémico.
Introducción
El marco de los límites planetarios (1, 2) se basa en la ciencia del sistema Tierra (3). Identifica nueve procesos que son críticos para mantener la estabilidad y resiliencia del sistema Tierra en su conjunto.
Actualmente, las perturbaciones antropogénicas del medio ambiente global se abordan principalmente como si fueran cuestiones separadas, por ejemplo, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la contaminación. Sin embargo, este enfoque ignora las interacciones no lineales de estas perturbaciones y los efectos agregados resultantes sobre el estado general del sistema Tierra. Los límites planetarios aportan una comprensión científica de los impactos ambientales globales antropogénicos en un marco que exige considerar el estado del sistema Tierra en su conjunto.
Contenido
Comprender cómo interactúan entre sí los procesos de la biosfera, la antroposfera y la geosfera es un requisito previo para desarrollar proyecciones confiables de posibles trayectorias futuras del sistema Tierra. Sin embargo, todavía sólo se dispone parcialmente de una comprensión plenamente basada en procesos de las interacciones entre estos dominios. El marco de límites planetarios exige un modelado más profundamente integrado del sistema Tierra reuniendo la evidencia actualmente disponible sobre los procesos relevantes y sus interacciones de diferentes disciplinas y fuentes.
Se transgreden seis de los nueve límites. Además, la acidificación de los océanos se está acercando a su límite planetario. La zona verde es el espacio operativo seguro (debajo del límite). De amarillo a rojo representa la zona de riesgo creciente. El morado indica, con un alto nivel de confianza, la zona de alto riesgo donde las condiciones del sistema terrestre se transgreden. Los valores de las variables de control están normalizados de modo que el origen represente las condiciones medias del Holoceno y el límite planetario (extremo inferior de la zona de riesgo creciente, círculo de puntos) se encuentre en el mismo radio para todos los límites (excepto las cuñas que representan agua verde (agua disponible para las plantas) y azul (agua superficial y subterránea).
Las longitudes de las cuñas se escalan logarítmicamente. Los bordes superiores de las cuñas para las entidades nuevas y el componente de diversidad genética de los límites de integridad de la biosfera están borrosos porque el extremo superior de la zona de riesgo creciente aún no se ha definido cuantitativamente (entidades nuevas) o porque se conoce el valor actual. sólo con gran incertidumbre (pérdida de diversidad genética). Ambos, sin embargo, están fuera del espacio operativo seguro. La transgresión de estos límites refleja una alteración humana sin precedentes del sistema terrestre, pero está asociada con grandes incertidumbres científicas.
Fig. 1. Estado actual de las variables de control para los nueve límites planetarios.
Cierre
Para abordar con éxito el cambio climático antropogénico será necesario considerar las interacciones internas entre la biosfera y la geosfera dentro del sistema Tierra. Los resultados de nuestro modelo demuestran que uno de los medios más poderosos que la humanidad tiene a su disposición para combatir el cambio climático es respetar los límites del cambio del terreno. Devolver la cubierta forestal mundial total a los niveles de finales del siglo XX proporcionaría un punto de acumulación sustancial de CO2 atmosférico en 2100. Sin embargo, esta reforestación parece poco probable, dado el enfoque actual en la biomasa como sustituto de los combustibles fósiles y la creación de emisiones negativas. Emisiones de CO2 vía bioenergía con captura y almacenamiento de carbono. Ambas actividades ya están sirviendo para aumentar la presión sobre la superficie forestal restante de la Tierra. Sin embargo, nuestro estudio indica que no respetar el límite planetario del cambio del terreno puede potencialmente poner en peligro los esfuerzos para lograr los objetivos climáticos globales adoptados en el Acuerdo de París.
Mientras tanto, esta actualización del marco de límites planetarios puede servir como una nueva llamada de atención para la humanidad de que la Tierra está en peligro de abandonar su estado similar al Holoceno. También puede contribuir a orientar las importantes oportunidades humanas para el desarrollo sostenible en nuestro planeta. El conocimiento científico de los límites planetarios no limita, sino que estimula, a la humanidad a innovar hacia un futuro en el que la estabilidad del sistema Tierra se preserve y salvaguarde fundamentalmente.
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